viernes, septiembre 05, 2008

RECUERDOS

Un Seat 127 de color blanco avanza a la máxima velocidad que le permiten sus pulmones . Pasa por mi lado y, tras de sí, deja el olor a gasolina característico de los coches de mi infancia, cuando no existían los catalizadores ni el respeto por el medio ambiente. Cuando toda la familia viajábamos en aquellos utilitarios. Cuando los tiempos eran otros. ¿Será que me estoy haciendo viejo?

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