La columna que ha escrito Carmen Posadas para el diario ADN se titula : ¡SALVAD A NUESTRO BILLY!:
"Las marcas comerciales no solo forman parte de nuestro paisaje urbano, de nuestro día a día desde que nos levantamos hasta que nos metemos en la cama. También son motores de cambio, introductoras de tendencias y manías, su influencia nos afecta hasta en detalles en apariencia insignificantes pero que calan en la sociedad. Por ejemplo, la anchura de una balda. Y es que Ikea, el redecorador de nuestra vida, ha decidido hacer más profundas las estanterías de su omnipresente librería Billy porque considera que de ahora en adelante deben servir para colocar adornos varios en lugar de libros. De un plumazo han decidido que el papel ha muerto y que el que quiera leer lo debe hacer en algún tipo de dispositivo electrónico.
Así, sin encomendarse ni a Dios ni a Shakespeare (supongo), el fabricante sueco de muebles decide por nosotros. Ustedes me pueden argumentar que hay otras tiendas donde comprar pero ya sabemos lo borregos que pueden ser algunos cuando una marca líder marca tendencia. Dentro de poco el que tenga libros analógicos no le quedará más remedio que mandarlos al trastero o a un mercadillo de antigüedades. No digo que nos quieran convertir en la sociedad que intuía Bradbury en Fahrenheit 451 pero a mí esta decisión unilateral me parece una intromisión en "la república independiente de mi casa" y en la del 80% de los que siguen prefiriendo los libros convencionales. Por este motivo, levanto mi bandera y grito a los cuatro vientos: "¡salvad a nuestro Billy!", el de toda la vida. Que nos dejen disfrutar de la lectura y almacenar nuestros libros como nos dé la gana"
Da que pensar............
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