jueves, julio 26, 2007

VIERNES-20/07/07

Madrid.
A primera hora aparece el reencuentro, fiel a su estilo, aportando un par de croissants y un par de napolitanas de chocolate. Lástima no haber coincidido con él por mi imperiosa necesidad de salir a correr un poco con el rocío de la mañana.
Un rato después aparecen Aurelita y la sirenita para llevarse al ser bajito a la piscina. Hermanito queda con la llalla y miña lúa y yo aprovechamos para adentrarnos en la city y conocer el magnífico despacho del reeencuentro. ¡Qué orgulloso se hubiera sentido el abuelo ranita!. Por cierto, el despacho está situado entre el paraiso de Dunkin Donuts, Hagen Daszt (o cómo se escriba) y Burguer King.
Visita al Supremo y a Marcial Pons donde mi hermano se deshace en regalos provechosos de cara al estudio del complicado mundillo de las herencias. Un millón de gracias. Sobre todo por la preciosa corbata que ya ha sido estrenada el pasado lunes, primer día de guardia.
Comemos vegetariano y vuelta a casa. Allí están Aurelita, la sirenita y el niño de sonrisa constante. Algarabía de niños. La llalla disfrutando a tope y el reencuentro, tres cuartos de lo mismo.
Tarde en el club guisando con Ilma, el Señor y sus criaturas. Muy entrañable. Ya había ganas de juntarse. El ser bajito se dirige a las criaturas como "niñas rojas", debido al color del atuendo que vestían. Al Ilma por poco le da un sofoco.
Por la noche, una vez bañados y acostados los pequeños, cena en el Tony Romans con la chica de mirada oceánica y Asensio. Un verdadero placer compartir estos deliciosos instantes. Tras la cena, horchata en la terraza de la Dehesa y quedamos emplazados para un visita en agosto. Más y mejor, mucho mejor, si cabe.
La jornada ha sido intensa y apasionante en todos sus sentidos.
Gracias a todos por la hospitalidad y por el cariño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario