"-Estarás muchos años en el Senado -dijo ella humedeciéndose los labios- ¿No puedes tratar de defender el cumplimiento de la ley?
-¿Defenderla? ¿Y cuándo acabaría? -inquirió él-. ¡Estoy harto de luchar, Julia!
-¡Oh, bah! -replicó ella fingiendo burlona irrisión- ¿Cayo Mario cansado de luchar? ¡Si has luchado toda tu vida!
-Pero era una lucha distinta -replicó él-. Esto es sucio; no hay reglas y no sabes quienes son ni de dónde van a surgir tus enemigos. ¡A mí que me den una batalla precisa y al menos el resultado es rápido y limpio, vence el mejor! Pero el Senado de Roma es un burdel en el que se dan las conductas más ignominiosas, y yo me paso los días gateando en ese fango. Mira, Julia, de verdad te lo digo, ¡prefiero bañarme en la sangre de una batalla! Y si hay alguien tan ingenuo que crea que la intriga política no destruye más vidas que cualquier guerra, merece todas las adversidades que depara la política.
Julia se puso en pie y se acercó a él, le obligó a que dejase de pasear y le cogió las manos.
-Siento decirlo, mi amor, pero el foro político no es lugar para un hombre tan directo como tú."
Asensio Miñambres, gracias por la recomendación.
Magnífico libro,si señor, el primero de una saga sobre los ultimos dias de la Republica y el comienzo del Imperio que no decae en interes libro tras libro hasta la vejez de Octavio Augusto... Te esperamos Tiberio.Que grande fue Roma.
ResponderEliminarSabina B.