Entre los niños se ha puesto de moda jugar a intercambiar cartas de pokémon. Los míos salen al parque con un buen taco de ellas (en el chino compras un paquete de veinte cartas por un euro). Juegan con sus colegas y están muy entretenidos.
Por otro lado Debeider, de cuatro años, últimamente, se está portando fatal. Está pasando por una época en la que contesta a todo de muy malas maneras:
-Y a mí qué, por un oído me entra y por el otro me sale.
- Ni de broma me como eso
Pero la gota que colmó el vaso fue cuando le dije que si seguía contestando, portándose mal y no comiéndose la comida, le iba a llevar nuevamente a la guardería.
-Pues como me hagas eso, te doy una patada en los huevos.
-¿Cóooooomoo? Ahora mismo te quito tres cartas de pokémon y no te las devuelvo hasta que estés tres días seguidos portándote bien.
Llorera al canto y arrepentimiento espontáneo.
-Claro, tres días, seguro que te vas a quedar con las cartas y te las vas a llevar hasta que te mueras, además, yo no se cómo es eso de portarme bien, que nunca lo he hecho, BUAAAAAAA...........
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar