VACÍO

Despedir a unos buenos amigos  lo equiparo a la misma sensación de vacío que tengo cuando termino la lectura de un buen libro.
Gracias por la compañía, el cocido, la conversación, las nuevas tecnologías, los 6.000 libros, por "dropbox", por el licor de fresa, por las buenas "kurdas", por la lasaña de calabaza, por el "cocinillas", por esos hijos que tenéis, por la noche de "samaín", por "modern family", por el vino y, sobre todo, por el cariño, por la amistad, la risa y los abrazos cálidos, de los de verdad.
Ha sido un lujazo teneros en casa.
Hasta la próxima, que será pronto, en Pucela.