En la actuación de estos energúmenos, como mínimo, se observa un delito de lesiones, ya que le abren la cabeza a un menor de edad y por otro lado, una falta de lesiones cometida contra la chavala que les increpa su valiente actuación.
Lógicamente esta valiente acción será defendida, a capa y espada, por el ministro del interior, que justificará la misma amparándose en cualquier barbaridad.
En fin, una nueva actuación policial desmedida que, seguramente, quedará impune. Una auténtica vergüenza