Ha sido una semana muy especial.
Poder haber asistido al parto de hermanito, observar cómo ha comenzado a vivir de forma independiente, ver cómo crece y se transforma con el paso de las horas, la reacción del ser bajito cuando lo conoció. Las llamadas de amigos que son, de los que lo fueron y que algún día espero lo vuelvan a ser, los parabienes de conocidos, una madre, unos suegros, los hermanos y hermanas, demás familia. Gracias a todos por el cariño.
Una semana llena de intensas sensaciones, de sentimientos a flor de piel, sonrisas, nudos en la garganta y lágrima fácil.
Sobre todo, gracias a miña lúa por haberme permitido estar a su lado y haberme regalado la mejor experiencia de mi vida.
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