miércoles, noviembre 14, 2007

LA VIEJECILLA

Estaba la buena anciana arando en su huerto, cuando de repente, el violador se acercó por detrás y colmó su acción. Una vez hubo terminado, mientras se encendía el cigarrillo post-coitum, sin prestar atención a su víctima, la viejecilla cogió el hazadón y, a pesar de su edad, de su pulso y cortedad de visión, de un certero golpe le rebanó el instrumento utilizado para la comisión del delito.
¿Defensa propia?

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