"Un grito de dolor rasgó el amanecer en el campamento de las legiones V y VI de Roma junto al Lilibeo en la costa oeste de Sicilia. Una multitud de legionarios salió de sus tiendas para contemplar cómo el primus pilus escarmentaba a uno de los suyos con una saña fuera de lo común. Un centurión de menor rango se acercó a Cayo Valerio e intentó calmarlo.
-¡Es suficiente, Valerio! ¡Por Júpiter, vas a matarlo!
Valerio se revolvió como un felino.
-¡El muy insensato ha orinado sobre los estandartes de la legión!"
De nuevo, gracias por la recomendación, Franri.
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