Un ángel más nos espera allí arriba. Una mujer, con todas y cada una de las letras. Gallega de nacimiento, de Coruña. Vivió muchos años en Tenerife, con Juan, su sempiterno Juan, madridista de pro. Desde hace mucbos años afincados en Madrid. Y desde hoy, a las ocho y media de la mañana, de Madrid al cielo. Allí la espera el abuelo ranita, con los brazos abiertos y su media sonrisa. Seguro que ha descorchado un buen rioja.
Llevaba cuatro años arrastrando una grave enfermedad y nunca perdió esa sonrisa y dulce voz que la caracterizaban. Se ha ido una de esas personas que se hacen querer. Se ha ido una buena persona. Lamento no poder estar al lado de Juan y todos sus hijos e hijas y nietos para darles un fuerte abrazo. Una muesca más en mi corazón.
Hasta siempre, Carmiña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario