Leo en una noticia que la última moda son los entierros verdes, del color del medioambiente.
Urnas biodegradables, ataúdes biodegradables y cuerpos que, de por sí, también son biodegradables. El Ministerio de Sanidad va a legislar la forma en que deberemos ser enterrados o incinerados.
Me parece lógico el uso de esas urnas biodegradables. Hay gente que quiere a sus muertos en un nicho dentro de un cementerio, donde acudir a visitarlos cuando le plazca y llevarles flores. Hay mucha gente que prefiere esparcir las cenizas de sus muertos en un río, en el mar, en una montaña o en el estadio Vicente Calderón. Pero, ¿qué hacer después con la urna? ¿cuánto ha costado la urna? ¿para que queremos la urna? Arrojamos las cenizas, urna incluída y ya está. Lo que pasa es que ese jarrón con tapa, hasta ahora, no se degradaba, con la consiguiente posibilidad de contaminación, dependiendo de dónde se arrojase.
Si la iniciativa de las urnas biodegradables no va a delante, yo montaría una empresa de alquiler de urnas, que también podría ser rentable.
Todo lo que sea favorecer el medioambiente........................
No hay comentarios:
Publicar un comentario