Leo en una noticia que Juan Pablo II, aquel que fue patriarca de la iglesia católica, apostólica y romana, se flagelaba, de manera constante, para emular el sufrimiento de cristo.
No tendría bastante con los sufrimientos que a diario se viven en este mundo. Con dirigentes como éste no me extraña que esa iglesia esté como está ¡Que viva la hipocresía!
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