jueves, enero 07, 2010

NAVIDADES

Se acabaron las fiestas navideñas. Aquellas que comenzaron allá por el 20 de diciembre con la cena en El Abuelo Chico juntándonos la pandilla de la carballeira. Y que prosiguieron en el Madrid de mi corazón con la familia, los amigos, la nieve, los dinosaurios, la exquisita lombarda y, no menos sabrosa, sopa de almendras, el resturante italiano, Starbucks, el cine, las tabernas del centro, el patinaje sobre hielo, las visitas de El Reencuentro, Miraflores y alguna que otra compra. De allí a mi Galicia del corazón, con la familia, el deporte, el fin de año con la manzana en la taza de vino del país y la fotografía de las uvas, más amigos, la cabalgata de Reyes y los caramelos blandos, sin gluten, y la visita de los reyes con la ilusión, increíble, de los peques. Lágrimas de alegría y fuego en la chimenea.
Vuelta a la realidad. Hace mucho frío. La lotería no ha tocado, pero que nos siga tocando la salud.
Gracias a todos con los que hemos compartido estos maravillosos días, gracias por el cariño y, sobre todo, por el calor.
Como dicen por aquí: "De hoxe nun ano"

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