jueves, abril 08, 2010

COMUNICACIONES "CASO GÜRTEL"

Adjunto reflejo un extracto del Auto 28/2010, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de fecha 25 de marzo:
"(...)Junto con la asistencia de letrado, el ejercicio del derecho de defensa implica la comunicación del imputado con el abogado nombrado, o designado de oficio, a fin de que aquél pueda transmitirle los datos necesarios para plantear la defensa de sus intereses, y el abogado le asesore sobre la mejor forma de hacerlo. Es evidente que el contenido de la conversación susceptible de ser mantenida entre el abogado y su cliente puede ser amplísima abarcando incluso en algunos casos el reconocimiento de su culpa por el imputado o la aportación a su abogado de datos sustanciales sobre la comisión del delito con cuyo conocimiento el letrado puede articular su defensa, viniendo siempre obligado a mantenerlos reservados, hasta tal punto de que su descubrimiento constituiría un delito.
Relacionado el derecho de defensa con el derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable (art. 24.2 CE), la confidencialidad de las comunicaciones de los abogados con sus clientes resulta esencial para garantizar la efectividad real de ese derecho a no reconocer voluntariamente la culpabilidad. desaparecida, afortunadamente, en nuestro derecho la facultad de obtener la confesión forzada del culpable a través de la tortura, la generalización de la intervención de las comunicaciones de los imputados con sus abogados permitiría renacer, en cierto modo, ese método inquisitorial, sustituyéndolo por el aprovechamiento de situaciones en las que la apariencia de confianza en la comunicación con el abogado permitiría obtener datos incriminadores directamente del acusado, en contra de su voluntad (...)".
Leyendo esta argumentación, es lógico que la Sala del TSJ de Madrid haya anulado las intervenciones entre tres acusados y un abogado del llamado "caso Gürtel"

1 comentario:

  1. ¿y por qué en este caso está tan claro y con los terroristas hay manga ancha?
    Y no vale decir que hay una ley que lo dice.
    Se suponía que los derechos son los mismos para todos, con independencia del delito cometido.

    ResponderEliminar