Esta enfermedad reumática es la gran desconocida. Afecta, en su grado máximo, a 18 puntos corporales de tal manera que la persona que la padece no puede hacer muchas de sus actividades cotidianas. A veces, ni limpiarse el culo.
Pero claro, como no afecta nada más que a un dos por ciento de la población española, pues no le damos la importancia que tiene.
No soy médico, soy abogado y hoy me han notificado una sentencia por la cual no reconocen el grado de incapacidad permanente absoluta a una cliente que padece una espondiolitis anquilosante agravada con dicha fibromialgia, que le afecta a esos 18 puntos.
Sí, ha empeorado, pero no lo suficiente.
Alucino.
El tratamiento de esta enfermedad es a base de citostáticos y corticoides. Es peor el remedio que la enfermedad. Los corticoides tienen unos efectos secundarios bestiales.
No se con qué cara voy a notificar el resultado a la señora el próximo lunes.
En días como hoy pienso que la Justicia no existe y, sobre todo, que en temas de Seguridad Social, debido al fraude existente, terminan pagando justos por pecadores.
En fin, un mal día, laboralmente hablando.
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