Han estado pasando unos días en casa. Desde el sábado 25 al miércoles 29 de agosto de 2007. Cuatro días, casi cinco, magníficos, intensos, llenos de alegría, buen comer y buenas conversas.
Ha sido un verdadero placer conocer y descubrir a bichuchi, la chica de mirada oceánica que hace imborrable la sonrisa de mi querido Asensio. Creo que por fin ha dado con su tuerca y juntos forman un buen tándem.
No hemos podido compartir todo el tiempo que hubiéramos querido pero tanto a miña lúa como a mí y, por supuesto, a los pequeños, nos ha encantado disfrutar de su presencia.
Fue una gozada bañarnos en el mar teniendo tan cerca las islas Cíes, ingerir el arroz con cocochas y vieiras motivo de celebración por esa oposición sudada, llorada y, al final, conseguida y, lógicamente, reída y brindada; comparar las hamburguesas de los leones con las del alpendre (muchísimo mejores estas últimas) y disfrutar, disfrutar de la amistad, ante todo, de la amistad.
Gracias por la visita que esperemos se repita en breve.
-Papi, ¿vamos a ir al zoo?
-Cuando vayamos a Madrid a ver a Iñi y Pin
-¿Vamos ahora?
-Iremos cuando bichuchi se bañe en el Atlántico
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