Desde que nos dejó el "abuelo ranita", hace ya ocho años, no había vuelto a correr. La verdad es que no se por qué lo hice. También dejé de contar chistes. Algo en mi interior también desapareció con él.
El pasado mes de julio, coincidiendo con el aniversario de su muerte, decidí volver a correr, justo donde empecé por primera vez, en la Dehesa de la Villa. Coincidiendo con cuatro días que estuvimos pasando en Madrid. El primero de ellos aguanté seis minutazos; el segundo doce y el tercero quince. Buena evolución. Eché de menos aquellos tiempos en que salíamos todos juntos, Nacho, David, Quique, Javi, Jesús, Monra. Tiempos que no volverán. Aún así, he logrado salir un par de veces o tres, por semana, aguantando entre media hora y cuarenta minutos.
Hoy he vuelto a entrenar; un mes después de no haber realizado ningún tipo de actividad física, gracias a esa laringitis que me ha tenido bastante fastidiado.
Media hora a un ritmo bastante lento. Es una gran sensación estar corriendo mientras el agua de la lluvia y el viento te acarician la cara.
Espero volver a enganchar un buen ritmo de ejercicio diario y que ningún virus me vuelva a tener postrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario