martes, noviembre 28, 2006

IDENTIFICACIÓN OCULTA

Son las 21.45 horas y suena el teléfono de casa. Identificación oculta.
-¿Sí?
-Buenas tardes (buenas tardes, a las 21:45), mi nombre es Soraya Gálvez y el motivo de mi llamada es por que estamos haciendo una encuesta sobre cajas de ahorro y bancos. ¿Tiene usted diez minutos?
-Mire, es que no me interesa.
Indignada y subiendo el tono de voz, replica, -¡Pero oiga, es que no quiero venderle nada!!!
-Ya, pero yo, tampoco quiero responderle nada. Adiós muy buenas.

Ser vendedor o encuestador telefónico ha de ser un trabajo muy duro, donde me imagino que esas empresas exigirán que se hagan un cierto número de clientes al día, o de encuestados al mes.
Desde mi punto de vista resulta incomprensible que dichas empresas intenten vender así sus productos. En mi caso, soy bastante reacio a facilitar datos personales u opiniones a alguien que, en primer lugar, no puedo identificar y, en segundo término, no se de dónde ha podido obtener mis datos. Además cuando soliciitas que esa información sea remitida por escrito te dicen que es imposible. ¿A estas alturas, todavía no saben que las palabras se las lleva el viento?. A partir de ahora, cuando vea que la llamada procede de un número oculto, descolgaré, no daré opción a nada y diré:
-Lo siento pero no me interesa.

Para que vuelvan........

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